Autoconsumo industrial con solaredge: dos ejemplos recientes
Nos lo has oído decir muchas veces: una instalación de autoconsumo industrial ofrece un número de ventajas que la convierten en un instrumento fundamental para incrementar la competitividad de cualquier empresa. Si, además, la instalación cuenta con las prestaciones de uno de los fabricantes líderes del mercado, como es SolarEdge, el resultado es entonces inmejorable. Como lo suyo es hablar menos y enseñar más, en este artículo te mostramos dos ejemplos de instalaciones recientes. Ambas son instalaciones de autoconsumo industrial con SolarEdge pero con un perfil de empresa muy distinto. Ambas se benefician de todo lo que puede ofrecer la energía fotovoltaica. ¿Te interesa? ¡Pues sigue leyendo!
Vamos a empezar fuerte, respondiendo a las dos preguntas que el párrafo de arriba debe de haber suscitado probablemente en tu cabeza:
¿Por qué decimos que el autoconsumo es tan ventajoso para la industria? Vamos a verlo en los dos ejemplos de abajo pero te lo adelantamos de un modo resumido y claro: la energía fotovoltaica ofrece a cualquier empresa sus ventajas intrínsecas -ahorro sustancial de energía, ausencia de emisiones contaminantes, etc.- sin marginar sectores industriales, sin afectar o crear incompatibilidades con ningún proceso industrial, sin tener que implementar ninguna rutina de trabajo adicional y, por si fuera poco, trayendo consigo el beneficio adicional de mejorar la imagen de la empresa, que pasa a convertirse a los ojos de sus clientes en una empresa responsable.
¿Por qué decimos que la tecnología de SolarEdge hace a una instalación inmejorable? Porque los avances de SolarEdge han traído un nivel de flexibilidad a la hora de instalar, una optimización en los componentes y un control sobre la producción y las posibles incidencias de cualquier instalación como pocos otros fabricantes pueden ofrecer. También esto vamos a verlo en los ejemplos de abajo.
Tabla de contenidos:
INSTALACIÓN: EMPRESA AGROALIMENTARIA
Localidad: Cuacos de Yuste (Cáceres) Fecha de instalación: Mayo 2020 Horario de máximo consumo de energía: jornada laboral (8am-8pm) Componentes de la instalación: 468 paneles PERC (400Wp), 234 optimizadores p850 de SolarEdge y 2 inversores trifásicos SE82.8K, también de SolarEdge Producción energética 1 Mayo- 4 Junio 2020 (un mes): 20,26MW Porcentaje de ahorro en consumos en ese periodo: 42% Beneficio medioambiental: más de 8000kg de CO2 no emitidos a la atmósfera.
La instalación que nos sirve de primer ejemplo es trifásica e incluye 468 paneles PERC de 400Wp instalados sobre una cubierta tipo sandwich, habitual en todo tipo de naves industriales. En este caso, la estructura de paneles solares es coplanar, o dicho de otro modo, en esta estructura los módulos se anclan aprovechando las grecas de la cubierta metálica y levantándose apenas unos 10cm de la superficie. Entre las ventajas de esta disposición frente a otro tipo de fijaciones más elevadas (por ej. con estructuras en ángulo) está una mejor respuesta al efecto del viento, la posibilidad de aprovechar distintas orientaciones (ej. Sur, Este-Oeste) y también en la posibilidad de instalar más paneles que usando otro tipo de anclaje, puesto que una estructura coplanar no genera el tipo de sombras que, en otro tipo de fijaciones, impedirían cubrir completamente la cubierta con módulos.
Solución SolarEdge: optimizadores de potencia
La instalación incluye también 234 optimizadores de potencia p850 de SolarEdge, es decir, un optimizador por cada pareja de paneles solares. Instalados en la cubierta, adheridos a los propios paneles, funcionan con una suerte de micro-inversores para cada pareja de paneles.
Si lees nuestro blog con asiduidad, probablemente sepas que, en una configuración convencional, el rendimiento de una serie (o string) de paneles está siempre influida por el rendimiento del panel que produzca menos dentro de la serie. Un panel que tenga menor rendimiento -por ejemplo, por el efecto de una sombra, por acumulación de hojas o polvo, etc.- lastra la producción de sus compañeros, por mucho que ellos produzcan con gran eficiencia. Con SolarEdge, este problema pasa a ser historia, y es que los optimizadores de potencia gestionan la máxima potencia de cada panel de la instalación -o de cada pareja de paneles- de forma individualizada. Más aún, el sistema permite monitorizar cada panel individualmente, con lo que puede saberse exactamente qué producción está ofreciendo en cualquier momento y si su funcionamiento se está viendo alterado por algún motivo. Control total.
Autoconsumo industrial es ahorro industrial
Sólo en su primer mes de vida, la producción fotovoltaica en esta instalación ha alcanzado más de 20MW de potencia, resultando en un ahorro para el empresario de un 42% de media, o lo que es lo mismo, casi la mitad de sus consumos eléctricos en actividades como la criba, selección y procesado del producto, la higienización de intalaciones, stockage, envasado, etc. Si bien se trata de un porcentaje de ahorro muy relevante, cabe destacar que en otra empresa que tuviera menos consumos y que también concentrara la mayoría de estos durante las horas del día, el ahorro de una instalación de estas dimensiones podría llegar fácilmente a porcentajes que alcanzan el 90-100% de la electricidad, como te mostramos en la empresa panificadora que protagoniza uno de nuestros vídeos recientes sobre instalaciones solares para industria.
INSTALACIÓN: RESIDENCIA UNIVERSITARIA
Localidad: Montequinto (Sevilla) Fecha de instalación: Febrero 2020 Componentes de la instalación: 380 paneles (330Wp) y 2 inversores 55kW de SolarEdge Potencia instalada: 124,5kWp Producción energética entre Febrero-Mayo 2020 (3 meses): 30,15MW Porcentaje de ahorro en consumos totales: 40% Beneficio medioambiental: más de 12000kg de CO2 no emitidos a la atmósfera.
En este segundo ejemplo, la instalación consistió en 380 paneles y dos inversores (55kW cada uno) de SolarEdge para alcanzar un total de potencia instalada de 125kWp.
Se trata de un perfil distinto de empresa, toda vez que, al tratarse de una residencia de estudiantes, los consumos son similares -y en similar horario- a los de un hogar: iluminación, climatización, equipos de cocina, saneamiento, lavandería, etc. La diferencia de consumos no evita que, también en este caso, la instalación cubra un porcentaje similar de los consumos eléctricos. En este caso, en los cuatro meses escasos desde la inauguración de la instalación, esta ha producido más de 30MW de potencia, con el consiguiente ahorro del 40% en electricidad para la empresa.
Solución SolarEdge: tecnología HD-Wave
La instalación de este ejemplo contó con inversores HD-Wave de SolarEdge, una de las últimas novedades de la marca. Los inversores de red convencionales utilizan interruptores que abren y cierran el circuito para convertir la corriente continua en corriente alterna. Sin embargo, la onda sinusoidal resultante requiere de elementos magnéticos para filtrarla adecuadamente, lo que causa pérdidas de energía y generación de calor, haciendo así necesario que el inversor cuente con un sistema de refrigeración. En los inverores HD-Wave de SolarEdge es un procesador el que controla los interruptores, con lo que se reducen el número de elementos magnéticos y se puede descartar la refrigeración adicional. El resultado es inversores más eficientes y con mucho menos peso. Dicho de otro modo: optimizados.
Energía verde que no interfiere con la actividad industrial
Si antes hablábamos de ahorro, este ejemplo nos sirve para ilustrar una ventaja distinta del autoconsumo industrial, lo que podríamos llamar la “no interferencia”. El proceso de instalación en la residencia tuvo lugar a lo largo de unas pocas semanas y directamente sobre dos de las cubiertas del edificio principal, sin alterar de este modo la actividad habitual del centro, en plena actividad en un mes como Febrero. Ninguno de los usuarios de la residencia requirió, ni requiere, aprender ningún tipo de nuevo protocolo o mecanismo. No hizo falta contar con ningún espacio extra (más bien al contrario: la instalación convirtió el espacio inútil de la cubierta en un centro de producción eléctrica). Cada estudiante -como lo haría cualquier trabajador o cliente en cualquier otra empresa con una instalación de autoconsumo industrial- continúa con su vida y su trabajo normales y no tiene más que pulsar el interruptor de la luz para conseguir la energía que necesita. Un pequeño gesto habitual con un valor añadido en este caso: el de no estar generando emisiones contaminantes con la energía que se produce. Los números hablan por sí solos. Solo con esta instalación, la residencia ha evitado en cuatro meses la emisión de más de 12000kg de CO2 a la atmósfera. Una empresa donde habitan futuros profesionales cuidando del futuro.
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