Placas solares de segunda mano

Placas solares de segunda mano: la trampa oculta que nadie te cuenta

Las placas solares de segunda mano no son recomendables por su degradación, reducción de rendimiento y seguridad, entre otros condicionantes.

En un mundo cada vez más consciente del impacto ambiental y con facturas energéticas en constante aumento, la energía solar se presenta como un faro de esperanza. Las redes sociales y los foros de internet se llenan de historias de propietarios que presumen de sus facturas reducidas y su huella de carbono minimizada. Y, en medio de este entusiasmo, surge una tentación peligrosa: las placas solares de segunda mano.

A primera vista, puede parecer una idea brillante. ¿Por qué no aprovechar el equipo usado y ahorrar dinero en el proceso? Sin embargo, esta aparente oportunidad esconde una serie de riesgos que podrían convertir tu sueño de energía limpia en una pesadilla financiera y técnica.

En Cambio Energético somos especialistas en ahorro y eficiencia energética. Queremos compartir contigo nuestra experiencia para que sepas cómo reducir tus facturas al tiempo que contribuyes al medioambiente. En este artículo te explicamos por qué no es recomendable instalar placas solares de segunda mano. Pero si tienes alguna otra duda sobre cómo producir tu energía limpia y renovable, contacta con nosotros.

Acompáñanos mientras desentrañamos la realidad detrás de las placas solares de segunda mano y descubrimos por qué, en este caso, lo barato puede salir muy caro.

Las placas solares, a pesar de su apariencia robusta, son dispositivos que se van degradando, como cualquier tecnología. Cada día de exposición al sol, la lluvia, el viento y los cambios de temperatura deja una huella microscópica pero acumulativa. Este desgaste, imperceptible a simple vista, va minando gradualmente la eficiencia del panel.

 

Imagina una placa solar como una esponja diseñada para absorber la luz del sol. Con el paso del tiempo, esta esponja se va endureciendo y perdiendo su capacidad de absorción. La tasa de degradación promedio es de alrededor del 0.5% al 1% anual, siendo mayor en el primer año de funcionamiento. Por lo que un panel solar puede perder de media entre un 15% y un 30% de su rendimiento original, transcurridos 25 años, dependiendo de las condiciones a las que haya estado expuesto y del modelo y fabricante por el que hayas apostado.

 

Esto significa que si compras placas solares de segunda mano, que ya tienen varios años de uso, su capacidad para convertir la luz solar en energía eléctrica será considerablemente menor que la de paneles nuevos. De esta forma, el ahorro inicial que supusiste al comprar placas solares de segunda mano puede terminar siendo una pérdida económica a largo plazo.

Es común encontrar anuncios de placas solares de segunda mano que prometen estar “como nuevas” o “apenas usadas”. Sin embargo, incluso un panel que ha estado instalado solo un año ha experimentado:

 

  • Aproximadamente 1,825 horas de exposición directa al sol (considerando un promedio de 5 horas diarias)
  • Cientos de ciclos de calentamiento y enfriamiento
  • Exposición a lluvias, vientos, posible granizo y acumulación de polvo.

Estos factores contribuyen a una degradación que va más allá de lo estético, afectando directamente a la capacidad del panel para generar energía.

Cuando compras placas solares de segunda mano, estás adquiriendo un equipo con una vida útil más corta. Generalmente, los paneles nuevos garantizan el rendimiento durante 25 o 30 años, mientras que los paneles usados ya han agotado parte de esa vida útil. Por ejemplo, si compras un panel solar que tiene 10 años de uso, te quedan entre 15 y 20 años de funcionamiento óptimo, asumiendo que el panel no tenga defectos ocultos.

 

En muchos casos, la vida útil restante puede ser aún menor, lo que implica que tendrás que reemplazar los paneles mucho antes de lo que lo harías si compraras nuevos. Y el reemplazo prematuro puede suponer costes adicionales no previstos, periodos no productivos durante el reemplazo y complicaciones si los modelos originales ya no están disponibles.

La tecnología no perdona: Las placas solares de segunda mano pueden dejarte atrás en la carrera solar

La tecnología fotovoltaica no deja de evolucionar. La carrera por conseguir productos más eficientes hace que lo que antes era puntero ahora ya no lo sea. Los avances no se miden en décadas, sino en años, incluso, meses.

En 2019, la eficiencia media de los paneles solares comerciales rondaba el 17-19%. Actualmente, no es raro encontrar paneles con eficiencias del 22-24% o incluso superiores. También hablamos de innovaciones que mejoran su rendimiento en condiciones de baja luz, aumentan su durabilidad, entre otros avances. Esto significa que, con la misma superficie, los nuevos paneles pueden generar hasta un 30% más de energía que las placas solares de segunda mano, más antiguas.

En este sentido, comprar placas solares de segunda mano es como adquirir un smartphone de hace cinco años: funcionará, pero te estarás perdiendo una serie de mejoras críticas.

Incompatibilidad y obsolescencia

Si tenemos en cuenta que los sistemas solares no son solo los paneles solares, sino que incluyen inversores, sistemas de monitoreo, etc., optar por placas solares de segunda mano puede generar desafíos técnicos, como:

  • Los inversores más nuevos pueden no ser totalmente compatibles con paneles antiguos, reduciendo la eficiencia del sistema.
  • Los sistemas de monitoreo avanzados pueden tener dificultades para interpretar correctamente los datos de paneles más antiguos.
  • Las funciones de optimización de energía y gestión inteligente pueden no ser aprovechadas al máximo con tecnología obsoleta.

Estas incompatibilidades pueden resultar en un sistema solar menos eficiente y difícil de gestionar.

El espejismo económico de las placas solares de segunda mano: Cuando lo barato sale caro

Uno de los principales motivos por los que las personas consideran la compra de placas solares de segunda mano es el ahorro inicial en la adquisición. Sin embargo, este aparente ahorro puede convertirse en un mayor gasto a largo plazo.

Supongamos que encuentras un panel solar de segunda mano al 50% del precio de uno nuevo. Parece un gran ahorro, ¿verdad? Hagamos números:
– Panel nuevo de 400W: 200€
– Panel usado de 400W: 100€
Pero aquí está el truco: ese panel usado, debido a la degradación, podría estar funcionando realmente a 320W o menos. En términos de coste por vatio, estás pagando:
– Panel nuevo: 0.50€/W
– Panel usado: 0.31€/W (aparentemente más barato)
Sin embargo, considerando la vida útil restante y la menor producción energética, el costo real por vatio producido durante la vida del panel podría ser significativamente mayor para el panel usado.

Los paneles solares nuevos vienen con garantías que suelen cubrir 25 años o más. Con placas solares de segunda mano, cada problema reduce su rentabilidad. Por ejemplo, puede aumentar el coste de mantenimiento al necesitar revisiones más frecuentes, necesitar reparaciones no cubiertas por la garantía o aumentar la necesidad de reemplazo prematuro.

A largo plazo, estos gastos pueden superar con creces el ahorro inicial, convirtiendo tu “ganga” en un pozo sin fondo de gastos inesperados.

La amortización de una instalación solar es un factor clave en su viabilidad económica. En este sentido, una instalación solar típica se amortiza en 6-8 años con paneles nuevos. Con placas solares de segunda mano, aunque el costo inicial sea menor, la producción de energía será inferior y la vida útil más corta, lo que aumenta el periodo de retorno de la inversión. Además de que, si los paneles fallan antes de lo previsto, el tiempo de amortización se extenderá significativamente.

Por ello, es crucial realizar un análisis detallado de costos y producción esperada de las placas solares de segunda mano para determinar si el ahorro inicial realmente compensa la menor vida útil y producción.

Seguridad de las placas solares de segunda mano: Cuando el ahorro se vuelve peligroso

Uno de los problemas más preocupantes al comprar placas solares de segunda mano es el estado físico en el que se encuentran. Aunque un panel usado puede parecer en buen estado a simple vista, existen varios daños que pueden pasar desapercibidos y afectar seriamente su rendimiento y seguridad. Hablamos de:

  • Microfracturas en las células solares que pueden expandirse con el tiempo.
  • La degradación del encapsulante que protege las células.
  • Delaminación, cuando las capas del panel comienzan a separarse.
  • Fallos en las conexiones internas.
  • Puntos calientes, áreas de sobrecalentamiento que pueden dañar permanentemente el panel, generar cortocircuitos y aumentar el riesgo de incendio.

Estos daños pueden no ser evidentes en una inspección superficial, pero afectarán significativamente el rendimiento y la vida útil del panel.

Falta de garantías y certificaciones

Uno de los mayores inconvenientes de las placas solares de segunda mano es que, en la mayoría de los casos, ya no tienen garantía del fabricante. Los paneles solares nuevos generalmente incluyen una garantía de producción que asegura que funcionarán al menos al 80% de su capacidad nominal después de 25 años. Cuando compras placas solares de segunda mano, pierdes esta cobertura, lo que significa que, si el panel falla o su rendimiento disminuye inesperadamente, serás responsable de cubrir los costos de reparación o reemplazo.

Al optar por paneles solares nuevos, no solo estás comprando tecnología, sino también tranquilidad, contando con garantías de rendimiento que aseguran un porcentaje mínimo de producción a lo largo de los años, una cobertura contra defectos de fabricación y un soporte técnico y actualizaciones de software (en sistemas más avanzados). Estas garantías son un seguro contra futuras complicaciones y gastos imprevistos.

Además, es posible que las placas solares de segunda mano no cuenten con las certificaciones actualizadas necesarias para cumplir con las normativas de seguridad y eficiencia vigentes en tu región. Esto puede acarrear problemas legales o dificultades para integrar los paneles en el sistema eléctrico de tu hogar o negocio.

La importancia de la estética y la uniformidad

La apariencia de tu instalación solar también es importante. Las placas solares de segunda mano pueden tener un aspecto diferente a los nuevos, creando un mosaico poco atractivo en tu tejado.

Luego, si necesitas añadir más paneles en el futuro, puede ser difícil encontrar modelos que coincidan con los usados. Y una instalación poco uniforme puede afectar negativamente el valor de tu propiedad.

En este sentido, la estética no es solo una cuestión de apariencia, también puede influir en la percepción del valor y la calidad de tu inversión en energía solar.

Alternativas inteligentes para maximizar tu inversión solar

En el caso de que no cuentes con el presupuesto suficiente para afrontar por ti mismo una instalación fotovoltaica nueva, tienes otras opciones para acceder a la energía solar. Hablamos de la energía compartida, ya sea en un autoconsumo colectivo o una comunidad energética, donde la inversión inicial se reparte entre las personas o entidades participantes.

También dispones de comunidades solares donde puede que incluso no necesites realizar una inversión inicial, sino, simplemente, comprar la energía a un menor precio. O los acuerdos de compra de energía (PPA), en los que una empresa instala y mantiene el sistema en tu propiedad, y tú compras la energía a un precio acordado.

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    La verdadera economía de la energía solar

    La tentación de ahorrar dinero con placas solares de segunda mano es comprensible, pero como hemos visto, es una economía distorsionada. La reducción de eficiencia, los daños ocultos, la falta de garantías y la incompatibilidad con la tecnología actual hacen que los paneles solares usados sean una mala inversión a largo plazo.

    De ahí que, para garantizar que tu instalación solar sea eficiente, segura y rentable, lo mejor es optar por paneles solares nuevos que te ofrezcan todas las garantías de calidad y durabilidad que necesitas. Esto no solo te brindará un mejor rendimiento energético, sino también tranquilidad y, a la larga, un verdadero ahorro.

    Antes de tomar una decisión, te recomendamos que consultes con profesionales especializados del sector. Evalúa no solo el coste inicial, sino el rendimiento a largo plazo, la seguridad y la compatibilidad con futuras tecnologías. Recuerda, en el mundo de la energía solar, lo barato puede salir muy caro, y lo que parece un ahorro hoy, podría convertirse en un gasto mayor mañana.

    Invierte sabiamente en tu futuro energético. El sol brilla para todos, pero solo aquellos que toman decisiones informadas pueden aprovechar verdaderamente su poder.

    Por lo que, si estás pensando en instalar placas solares en tu casa o empresa, te invitamos a que contactes con nosotros. Porque, cuando contratas tu instalación con Cambio Energético, además de asesorarte en todo lo que necesites saber, te acompañamos en todo el proceso: desde el estudio previo, el diseño y la instalación, hasta la legalización y el asesoramiento sobre las ayudas disponibles. Pídenos un presupuesto sin ningún tipo de compromiso por tu parte. Estaremos encantados de atenderte.

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