Paneles solares: defectos más frecuentes (ii)
Continuamos en este post con nuestro repaso por los defectos más frecuentes que pueden presentarse en los paneles solares. Vale, vale, antes de que cunda el pánico y pienses que tus placas se van a estropear en seguida, déjanos recordarte algo: cuando decides instalar un kit solar de autoconsumo fotovoltaico en tu casa, estás haciendo una inversión excepcionalmente segura, y lo mismo ocurre con otro tipo de instalaciones más grandes, incluidas las de autoconsumo fotovoltaico industrial. El hecho de que los principales fabricantes de placas solares ofrezcan por lo general 25 años de garantía habla por si solo, y es que son dispositivos duraderos y seguros, además de muy eficientes y prácticamente inmunes ante cualquier inclemencia climatológica. Si nos hemos decidido a hacer un post sobre posibles defectos técnicos en paneles solares es simplemente porque, como pasa con todo en este mundo, siempre puede haber algún problema. Sea por fallos en la fabricación, por negligencias en el transporte o simplemente por mal uso, hay un número de defectos que pueden ir surgiendo y por eso te ofrecemos este post: para que te familiarices con ellos.
Ya te lo decíamos en nuestro primer artículo sobre este tema, “Defectos frecuentes en paneles solares (I)”: que encuentres un problema en alguno de los módulos de tu instalación fotovoltaica no significa que tengas que remplazarlo inmediatamente. Ese no suele ser el caso. Eso sí, es importante que estés atento porque algunos de estos defectos podrían resultar, a medio o largo plazo, en una bajada del rendimiento de tu instalación fotovoltaica. Dicho esto, los procedimientos de fabricación y los avances en materiales y tecnología fotovoltaica mejoran exponencialmente cada día y hacen cada vez menos frecuentes este tipo de problemas, así que tranquilidad.
Ya conoces nuestro mantra: cuanto más apuestes por la calidad, menos te arriesgarás. Si adquieres un kit solar de autoconsumo o cualquier otro tipo de solución solar de un buen fabricante y pones tu instalación en manos de una empresa de calidad, no deberías tener problemas. Por el contrario, los equipos sospechosamente baratos pueden esconder a veces negligencias en la fabricación o materiales pobres, y nunca te ofrecerán la garantía de que no te encuentres con defectos que te puedan aguar la fiesta.
1.- Amarilleamiento (Yellowing/Browning)
El amarilleamiento es, básicamente, un cambio de color en los paneles solares debido a la filtración de luz ultravioleta. Generalmente, los módulos solares utilizan un polímero plástico denominado EVA (Etileno-Vinil-Acetato) que funciona como encapsulante de las células solares y que se emplaza en dos capas, encima y debajo de las células. El amarilleamiento ocurre cuando los rayos ultravioletas del sol traspasan el cristal del módulo y la capa superior de EVA, alcanzando así a las células solares. En los huecos que hay entre dichas células, la luz puede continuar avanzando y penetrar a través de la segunda capa de EVA hasta una capa que hay bajo esta (denominada capa LE) y creando en ella una decoloración de tono amarillento. Se trata de un problema bastante evidente a simple vista (mira la foto que encabeza este artículo) pero que, afortunadamente, no afectará de manera significativa al rendimiento de tus paneles. En cualquier caso, la mayoría de fabricantes ya incorporan en las capas encapsulantes de sus módulos sólo compuestos con capacidad de bloquear los rayos ultravioleta, con lo que este problema está llamado a desaparecer más pronto que tarde.
2.- Degradación Inducida por Potencial (DIP)
Suele aparecer tras unos pocos años de funcionamiento de la instalación y es más probable en climas cálidos y húmedos, dado que es precisamente la combinación de voltaje, calor y humedad la que suele dar lugar a este problema.
La DIP ocurre cuando hay una diferencia significativa de potencial entre el marco de un módulo solar y su matriz de celdas solares. Esta diferencia genera una corriente de fuga de iones que, por lo general, tiene lugar desde la capa de vidrio y discurre a través de la capa encapsulante de EVA y del recubrimiento anti-reflectante. La corriente afecta a las células solares y causa con ello una degradación en la capacidad de producción del panel que puede llegar a ser bastante significativa (30%). Al contrario que el amarilleamiento, la degradación inducida por poteción sí es un problema que merece seria consideración.
A nivel de un panel individual, la degradación suele evolucionar desde las céculas solares más cercanas al marco de aluminio -donde el efecto es mayor- para extenderse luego a las células centrales, menos afectadas por lo general. A nivel de string, la degradación es mayor en los paneles cercanos a la cara negativa de la serie, aunque puede llegar a afectar a la mitad de los módulos en configuraciones flotantes.
La mejor forma de evitar la degradación inducida por potencial es elegir paneles solares con certificación específica sobre este problema (TÜVRheinland, por ejemplo, certifica que los paneles tienen protección de serie contra la DIP).
3.- Problemas de diodos/cajas de conexiones
Que sea el último que tratamos no significa en absoluto que los problemas con diodos, cajas de conexiones y otros componentes sean menos importantes. Es más, una conexión no adecuada de los conductores eléctricos o diodos hechos con materiales defectuosos pueden traer problemas que van desde el calentamiento de las cajas de conexión al sobrecalentamiento de substrings y la falta de rendimiento. Se trata de un problema de detección sencilla (a simple vista o con cámara termográfica) que, sin embargo, puede llegar a forzar el remplazo de todo el panel, de manera que merece la pena conocer el problema y atender a lo que se compra. De nuevo: un kit solar de autoconsumo fotovoltaico con paneles sometidos a controles de calidad (ej. en los métodos de soldadura de los conductores) es la mejor forma de olvidarse de este problema.
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Ver la primera parte: Defectos frecuentes en paneles solares (I)
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