Autoconsumo remoto en comunidad de vecinos

Autoconsumo remoto: energía solar más allá de tu tejado

    El autoconsumo remoto se presenta como una alternativa ideal para quien no puede instalar paneles solares en su tejado.

    Vivimos en un mundo donde la sostenibilidad ya no es una opción sino una necesidad. En este contexto, el autoconsumo remoto emerge como una solución brillante (literalmente) para democratizar el acceso a la energía limpia, especialmente para aquellos que desean participar en la transición energética sin las limitaciones tradicionales. Pero ¿qué es exactamente? Imagina poder generar tu propia electricidad sin tener que convertir tu hogar en una central eléctrica en miniatura. Eso es el autoconsumo remoto en su esencia.

    En Cambio Energético somos especialistas en ahorro y eficiencia energética. Queremos compartir contigo nuestra experiencia para que sepas el potencial que te ofrecen las energías renovables. En el artículo de hoy te explicamos, de manera sencilla, qué es eso del autoconsumo remoto, cómo funciona, qué opciones y ventajas te ofrece, entre otras cuestiones. Pero si tienes alguna otra duda sobre cómo producir tu propia energía limpia, contacta con nosotros.

    ¡Prepárate para un nuevo viaje a un presente-futuro más brillante!

    ¿Qué es el autoconsumo remoto?

    El autoconsumo remoto es la posibilidad de aprovechar la energía solar generada fuera de tu propia casa para autoconsumo. Es decir, representa un paradigma revolucionario en el sector energético que desvincula la generación del consumo físico.

    Este modelo permite a personas y empresas beneficiarse de la energía solar, sin necesidad de disponer de un espacio físico propio para la instalación de paneles solares. En lugar de necesitar paneles solares en tu tejado o jardín, te suscribes a instalaciones solares que pueden estar hasta un radio de 2 km de tu hogar o negocio. Este tipo de autoconsumo permite que cualquier persona, independientemente de su tipo de inmueble o ubicación, pueda beneficiarse de la energía solar.

    Además, se trata de una opción que ha ganado terreno especialmente en áreas urbanas y en comunidades de vecinos donde no es factible una instalación privada de paneles. Al final del día, tu factura energética refleja esta compensación de energía remota, que varía en función de la instalación y el acuerdo de participación que firmes.

    La anatomía del autoconsumo remoto

    El autoconsumo remoto se basa en un principio simple pero revolucionario: separar físicamente la generación de energía de su consumo. Esto significa que puedes producir tu electricidad en un lugar y consumirla en otro. Es como tener un huerto en el campo y disfrutar de sus frutos en la ciudad.

    Los principios básicos del autoconsumo remoto son:

    • Generación distribuida: Las instalaciones solares se ubican en emplazamientos optimizados para maximizar la producción energética.
    • Sistema de compensación: Se implementa un sofisticado sistema de balance neto que permite asignar la energía generada a diferentes consumidores.
    • Monitorización avanzada: Sistemas de seguimiento en tiempo real que garantizan la transparencia y eficiencia del servicio.
    • Gestión inteligente: Algoritmos avanzados distribuyen la energía según los acuerdos establecidos entre los participantes.
    Autoconsumo remoto comunidad

    En cuanto a la infraestructura necesaria, requiere de instalaciones fotovoltaicas de alta eficiencia, sistemas de medición bidireccional, equipos de comunicación y control, así como plataformas de gestión energética.

    Tipos de autoconsumo remoto

    Dispones de diferentes opciones para disfrutar del autoconsumo remoto, que te permiten disfrutar de la energía solar, aunque no tengas espacio en tu tejado. Destacamos las tres principales:

    Autoconsumo colectivo

    Este modelo representa una solución colaborativa que está ganando popularidad especialmente en entornos urbanos. Un autoconsumo colectivo consiste en un grupo de consumidores que se unen para realizar una misma instalación fotovoltaica con la que alimentar los diferentes suministros asociados.

    Es ideal cuando vives en un edificio de viviendas y parte o toda la vecindad queréis sumaros a la revolución energética, ya sea para los espacios comunes y/o las viviendas particulares. Pero también es una opción para zonas residenciales con varios inmuebles, o para un polígono industrial.

    Dispones de diferentes modalidades de autoconsumo colectivo, ya sea mediante una red interior o a través de la red pública. También puede ser sin vertido a red (sin excedentes), con vertido a red, pero no acogido a compensación, o con compensación de excedentes. De una u otra forma, en el autoconsumo colectivo todos los consumidores asociados deben pertenecer a la misma modalidad de autoconsumo. Además, debe elaborarse un acuerdo donde queden establecidos los criterios de reparto de la energía que genere la instalación colectiva.

    Comunidades solares

    Este modelo de autoconsumo remoto permite aprovechar instalaciones de mayor envergadura ubicadas en localizaciones óptimas. Esto es porque una comunidad solar es un servicio de generación y distribución de energía solar que permite a barrios, ciudades e, incluso, comarcas compartir energía limpia y renovable. Es decir, se trata de ofrecer energía renovable de proximidad a un conjunto de personas.

    A diferencia del autoconsumo colectivo, en una comunidad solar es una empresa, una cooperativa o una entidad pública la que se encarga de realizar y gestionar la instalación, ofreciendo a los miembros de la comunidad la posibilidad de suscribir parte del proyecto. Esto determina la cantidad de energía que requiere y la tarifa mensual o porcentaje de los ahorros obtenidos.

    El reparto de energía se realiza a través de la red. Es decir, la energía fotovoltaica que producen las placas solares se vierte a la red pública, para luego distribuirse entre los participantes según su cuota de participación.

    Si bien existen diferentes modalidades de financiación en las comunidades solares, pudiendo haber una cuota inicial o mensual, generalmente es la entidad propietaria de la instalación la que corre con la inversión inicial. Lo que supone, básicamente, comprar la energía a un precio más barato del que te cobra la compañía eléctrica.

    Comunidades energéticas

    Las comunidades energéticas amplía el número de potenciales usuarios con respecto al autoconsumo colectivo. Hablamos ya de beneficiar a barrios enteros o pueblos, en un radio máximo de 2 km. En estas comunidades pueden participar vecinos, empresas o entidades locales y compartir una o varias instalaciones solares. La estructura de funcionamiento viene a ser similar a las anteriores: una instalación compartida conectada a la red y un reparto de la energía entre los integrantes, en función del contrato acordado.

    Las comunidades energéticas son el culmen de la democratización de la energía, ya que también buscan beneficiar al entorno local en el que se inserta, pudiendo ser una herramienta para la lucha contra la pobreza energética, promoviendo la sostenibilidad y reduciendo la dependencia de fuentes de energía fósil. De ahí que su prioridad no sea precisamente “ganar dinero”.

    Las personas y entidades participantes lo hacen de manera voluntaria y comparten el control efectivo de la comunidad. Para ello, debe crearse una figura jurídica que sirva de marco al proyecto, estando abierta a la participación y siendo democrática en la toma de decisiones.

    Si quieres saber más sobre lo que ofrecen cada una de estas modalidades, puedes consultar nuestro artículo sobre las diferencias entre comunidades energéticas, solares y autoconsumo colectivo.

    ¿Cómo funciona el autoconsumo remoto?

    La clave del autoconsumo remoto está en la compensación de energía generada y consumida. En un esquema de autoconsumo remoto, los paneles solares generan electricidad que se inyecta a la red, y la persona o entidad usuaria recibe una compensación proporcional al valor de la energía que su “participación” generó. Esta compensación se ve reflejada en la factura de luz, en la que, dependiendo de la legislación y del contrato, puede aparecer como un descuento o reducción en el consumo de energía de la red. Veamos un sencillo esquema donde se recoge el funcionamiento del autoconsumo remoto:

    • Generación: Los paneles solares convierten la luz solar en electricidad.

    • Medición: Contadores inteligentes registran la energía producida por “tus” paneles.

    • Inyección a la red: La electricidad generada se vierte a la red eléctrica.

    • Compensación: Tu comercializadora eléctrica descuenta de tu factura el equivalente a la energía que has producido.

    • Consumo: Tú sigues usando la electricidad normalmente en tu hogar o empresa.

    Ventajas del autoconsumo remoto

    El autoconsumo remoto ofrece múltiples ventajas a las personas y entidades participantes del mismo. Veamos las principales:

    El autoconsumo remoto abre las puertas de la energía solar a quienes antes no podían ni soñar con ella. Inquilinos, habitantes de pisos, empresas sin espacio… ¡todos a bordo del tren solar! Para quienes viven en pisos o lugares sin acceso directo a un tejado, el autoconsumo remoto es una gran solución: permite disfrutar de los beneficios de la energía solar sin la necesidad de instalaciones individuales.

    Gracias a los modelos de autoconsumo remoto, la energía solar ya no está limitada a los propietarios de viviendas unifamiliares o empresas. Hoy, personas en áreas densamente urbanizadas pueden también participar en la transición energética, reduciendo el impacto ambiental y su huella de carbono.

    El autoconsumo remoto reduce o elimina los costes de mantenimiento físico de la instalación, ya que normalmente o se comparten los gastos entre los participantes o es la empresa proveedora quien se encarga de ello.

    Aunque el ahorro puede variar en función de la cantidad de energía generada y del precio de la electricidad, la compensación por autoconsumo remoto es una ventaja financiera para la mayoría de los consumidores. Puedes obtener una reducción significativa en la factura eléctrica, además de una mayor protección frente a la volatilidad de los precios de la electricidad.

    Las plantas solares están diseñadas y ubicadas para maximizar la producción. Esto significa que tus paneles remotos pueden tener mejores condiciones para la generación de energía que si estuvieran en tu propio tejado.

    El autoconsumo remoto también es una magnífica opción para aquellas personas que no tienen una vivienda en propiedad, ya que, en caso de mudarte, tu inversión solar se puede mudar contigo. Es como tener una nube personal, pero de energía.

    Otra de las ventajas del autoconsumo remoto es que, generalmente, te ofrece la posibilidad de ampliar tu participación en el proyecto, cuando tus necesidades energéticas crecen, ya sea porque quieres pasarte a la calefacción renovable con un sistema de aerotermia, o a la movilidad eléctrica, con un cargador de vehículo eléctrico. De esta manera, siempre puedes ajustar la energía que recibes a los consumos que tengas.

    Desventajas del autoconsumo remoto

    Si bien las ventajas del autoconsumo remoto son muchas, también debes saber que implican algunos pequeños inconvenientes:

    Dependiendo del tipo de autoconsumo remoto por el que apuestes y a diferencia del autoconsumo directo, puedes depender de un tercero que gestiona la instalación, con lo cual pueden surgir gastos adicionales de gestión o administración. Salvo en el autoconsumo colectivo por red interior, también dependerás de la red pública y cualquier incidencia en la misma te puede afectar.

    El autoconsumo remoto no suele ofrecer una compensación tan alta como el autoconsumo en el lugar de consumo, ya que la electricidad debe transportarse y pasar por la red antes de llegar a su destino, con las pérdidas energéticas y gasto que conlleva.

    A veces, las inversiones en cooperativas energéticas o comunidades locales pueden tardar más en dar resultados que una instalación privada, ya que dependen de la eficiencia general de la instalación compartida.

    Si bien el autoconsumo colectivo ya está regulado, las comunidades energéticas y las comunidades solares todavía requieren de un mayor desarrollo normativo. También nos encontramos con restricciones geográficas, siendo la distancia máxima entre el punto de producción y de consumo, de 2km, cuando la instalación se realiza en tejado o en suelo industrial. La tramitación de las comunidades energéticas también se hace más compleja y, por tanto, tarda más en materializarse.

    Autoconsumo remoto Vs Autoconsumo directo

    Si te preguntas cuáles son las principales diferencias entre autoconsumo remoto y autoconsumo directo, podemos mencionar las siguientes:

    El autoconsumo directo supone una inversión inicial más elevada, pero también proporciona una mayor rentabilidad y compensación directa. Por su parte, el autoconsumo remoto puede ser una opción económica a corto plazo, especialmente para quienes no pueden instalar paneles solares en su tejado, aunque la compensación suele ser algo menor.

    El autoconsumo remoto y el directo ofrecen beneficios ambientales al reducir la dependencia de fuentes de energía no renovable. La diferencia está en que el autoconsumo directo aprovecha más directamente la energía, sin necesidad de transportarla, mientras que el autoconsumo remoto depende de las redes de distribución, con su correspondiente pérdida energética.

    El autoconsumo remoto es más accesible para el consumidor general, especialmente en áreas urbanas, mientras que el autoconsumo directo requiere de espacio propio. La flexibilidad que ofrece el modelo remoto es ideal para inquilinos o habitantes de edificios sin azotea accesible o con bajo presupuesto.

    ¿Cuándo es recomendable el autoconsumo remoto?

    Como venimos diciendo, el autoconsumo remoto es especialmente recomendable en casos como:

    • Viviendas sin condiciones óptimas: Si tu tejado es pequeño, está sombreado, está en una zona protegida con restricciones patrimoniales o simplemente no tienes uno.

    • Nomadismo energético: Ideal para quienes se mudan con frecuencia.

    • Empresas sin espacio: Perfecto para negocios que quieren ser verdes, pero no tienen dónde instalar paneles solares.

    • Inversores ecológicos: Una forma de invertir en energía limpia sin complicaciones técnicas.

    • Presupuesto reducido: Personas que quieren contribuir a la transición energética sin asumir grandes inversiones iniciales.

    Para propietarios de viviendas con tejado y acceso solar constante, el autoconsumo directo sigue siendo más rentable. En cambio, para quienes buscan sostenibilidad y flexibilidad sin mucha inversión, el modelo remoto es una excelente alternativa.

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      El presente-futuro es remoto y es brillante

      El autoconsumo solar remoto no es solo una tendencia, es el futuro de la energía descentralizada y democrática. Representa un cambio de paradigma en cómo generamos, distribuimos y consumimos electricidad. Imagina un futuro donde cada ciudadano sea un potencial productor de energía, donde las comunidades sean autosuficientes energéticamente y donde la red eléctrica sea un tejido inteligente de millones de micro-productores.

      Ese futuro está más cerca de lo que crees, y el autoconsumo remoto es uno de los caminos para llegar a él. Así que, ya sabes, si quieres ser parte de la revolución energética, no necesitas un tejado, solo necesitas voluntad. El sol brilla para todos, y ahora, gracias al autoconsumo remoto, todos podemos aprovechar su energía.

      ¿Te atreves a dar el salto al futuro solar? Si es así, te invitamos a que te pongas en contacto con nosotros. No solo porque te asesoraremos en todo lo que necesites saber, sino también porque cuando contratas tu instalación con Cambio Energético, te acompañamos en todo el proceso: desde el estudio previo, el diseño y la instalación, hasta la legalización y el asesoramiento sobre las ayudas disponibles. Pídenos un presupuesto sin ningún tipo de compromiso por tu parte. Estaremos encantados de atenderte.

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