Aunque este post pertenece a nuestra serie “Perfil de Fabricante”, hoy, más que un mero retrato empresarial vamos a precisamente aprovechar el perfil de un fabricante líder para hablar de un tipo de dispositivo muy interesante, especialmente si aún no estás muy al corriente de las ventajas que te ofrece el autoconsumo fotovoltaico residencial o el industrial a pequeña escala. Se trata de los inversores híbridos, en este caso, los inversores híbridos de KOSTAL Solar Electric. En este post vas a entender este tipo de dispositivo y también a una de las empresas que mejor lo comercializan en el mercado fotovoltaico, KOSTAL.
Tabla de contenidos
Algo de historia sobre KOSTAL
KOSTAL Solar Electric es un proyecto reciente, nacido en el año 2006, y a pesar de ello, ha tardado poco en erigirse como uno de los fabricantes europeos más destacados de inversores y sistemas de almacenamiento para instalaciones fotovoltaicas residenciales y comerciales pequeñas. Pero KOSTAL Solar Electric es solo una parte, la más joven, de uno de los grupos empresariales más longevos del continente. Desde que Leopold Kostal lo fundara en 1912 en Alemania, el grupo ha ido creciendo y abriendo líneas de especialización que, hoy, se dividen en cuatro: Electrónica Automotriz, Electrónica Industrial, Sistemas de Contacto y Técnicas de Testado (SOMA). Las cifras que arroja un grupo así son, como ya estarás intuyendo, formidables: ventas por 2500 millones de euros, más de 18.000 empleados, 46 centros, 21 países, 4 continentes. Casi nada.
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¿Qué es un inversor híbrido?
Por definición, un inversor híbrido es el que combina en un único dispositivo un inversor solar y un inversor de baterías. Dicho de otro modo: tiene entradas para conectar paneles solares y también baterías. Ahora bien, el hecho de que venga preparado para albergar baterías no significa que estas sean necesarias desde un primer momento. Es más, un inversor híbrido puede instalarse sin ellas perfectamente y ahí está una de sus principales ventajas para ti.
Plenticore plus y Piko MP plus de KOSTAL
Los inversores de KOSTAL Plenticore y Piko MP plus son un buen ejemplo de todo esto. Ambos modelos están pensados para residencias y pequeñas instalaciones residenciales (1.5kW-10kW) y su tienen la capacidad de conectarse a módulos y baterías, lo que, a final de cuentas, se traduce en flexibilidad. Veamos cómo.
El Plenticore es quizá el modelo más interesante de KOSTAL. Se trata de un inversor trifásico (3kW-10kW) que incluye tres entradas independientes para paneles, siendo una de ellas también válida para baterías. Esto significa que si tienes dudas en un primer momento entre adquirir o no una batería para tu kit solar de autoconsumo, puedes no adquirirla y, pasado el tiempo, hacerte con ella sabiendo que el Plenticore ya cuenta con la posibilidad de conexión. Una conexión que, por lo demás, es bastante sencilla: basta con adquirir el código de activación para conectar un set de baterías que sean compatibles con KOSTAl, por ejemplo las baterías de litio BYD.
El inversor Piko MP plus monofásico (1.5kW-5kW) sigue el mismo planteamiento que el Plenticore si bien para instalaciones más pequeñas. Sus modelos de 3kW, 3.6kW y 4.6kW incorporan dos entradas con posibilidad de conexión de baterías.
Cuándo conviene un inversor híbrido y cuándo no
Hasta ahora, pueden deducirse de lo leído un par de ventajas interesantes en los inversores híbridos. De un lado, al ser inversores “dos en unos”, son interesantes porque evitan una doble compra: si cuentas con un inversor convencional en tu instalación y decides un día añadir una batería, vas a necesitar un inversor específico para volver a convertir la energía alterna en continua y así poder almacenarla. Con un inversor híbrido, que ya estará equipado para albergar la batería, se elimina la necesidad de un segundo inversor. Además de evitar esta doble compra que podría ser innecesaria, los inversores híbridos te ofrecen también la posibilidad de decidir exactamente cuándo añadir almacenamiento a tu instalación, es decir, te permiten ir a tu propio ritmo y eso es importante, especialmente al principio de dar el paso a la energía fotovoltaica.
Ahora bien, como ocurre con cualquier dispositivo, los inversores híbridos están indicados para algunas instalaciones más que para otras. Pongamos un par de ejemplos:
Si ya cuentas con una instalación de autoconsumo fotovoltaica operativa con su correspondiente inversor convencional y quieres añadir baterías, lo mejor es que te hagas con un inversor específico para baterías. Remplazar el inversor convencional por uno híbrido que pueda conectarse a ellas probablemente requerirá trabajo de recableado que podría encarecer tu proyecto.
Si no estás completamente seguro de que añadirás baterías a tu instalación en un futuro, medita bien la decisión de hacerte con un inversor híbrido o al menos compara precios con inversores tradicionales. Podría darse el caso de que finalmente no optaras por añadir almacenamiento y podrías haber optado por un inversor que, siendo híbrido, posiblemente sea más caro que uno convencional. Las baterías son siempre una buena opción en tanto que incrementan a lo grande la cantidad de energía que autoconsumes, con el consiguiente ahorro a medio plazo, y son una perfecta solución si vives, por ejemplo, en una zona donde los apagones que dejan K.O. a la red eléctrica convencional con frecuencia. Por otro lado, si cuentas con una red estable y tu comercializadora te ofrece unos precios razonables de electricidad en horario nocturno, quizá la mejor opción para ti sea simplemente un inversor convencional para instalación de autoconsumo y unos paneles que den buen rendimiento.
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