Por qué deberías invertir en energía solar para tu empresa en 2024 (a pesar de todo…)
¿Invertir en energía solar para empresa en 2024? ¿Con la que está cayendo? Sí. Empecemos por el principio: no hace falta ser muy inteligente para darse cuenta de que desde el 2020 no han sido tiempos de bienes, precisamente. El desprecio que, como humanos, hemos venido demostrando por nuestra madre Naturaleza desde hace generaciones nos ha terminado pasando factura con el terrible resultado que todos conocemos y que nos ha afectado cruelmente en lo personal y también en lo económico.
Y antes de salir de esta, llegó el escenario geopolítico de la invasión de Ucrania por parte de Rusia con las consecuencias energéticas y económicas que elevaron la inflación, con subidas de precios en todos los productos. Ahora el conflicto en Oriente Medio entre Israel y Palestina agudiza la inestabilidad energética mundial. Estamos siendo testigos y padeciendo una de las caras amargas de un mundo globalizado.
Sin embargo, hay razones para ser positivos. En este artículo argumentamos que 2024 es, de hecho, el año en el que deberías invertir en autoconsumo fotovoltaico para tu empresa. Para convencerte te damos razones de índole social, medioambiental y económica. Sigue leyendo si te pica la curiosidad…
En 2024 estamos al límite de lo permisible. Y tu público lo sabe.
Los anglosajones lo llaman “breaking point” o punto de ruptura. Cuando algo o alguien alcanza ese punto, es que son tales las dificultades o los problemas que tienen lugar que ya no es posible lidiar con ellos, con lo que se está al borde del colapso. A principios de 2020, en la provincia china de Wuham empezó a fraguarse la penúltima y más radical señal de alarma de que estamos alcanzando nuestro punto de ruptura como gestores de este planeta. Una señal tan potente que ha calado incluso en las mentes de los más abyectos negacionistas del Cambio Climático.
Si bien por el momento no puede establecerse de forma concluyente una relación de causalidad entre fenómenos como el calentamiento global y la pandemia de coronavirus, la Organización Mundial de la Salud sí que establece una relación directa entre Cambio Climático y otras pesadillas sanitarias como la creciente expansión de enfermedades transmitidas por vectores como la malaria o el dengue.
Y, sin tiempo para tomar aliento, llegó la invasión rusa de Ucrania y luego el conflicto en Oriente Medio que agudiza la crisis energética. Con ello, y la falta de materia prima, los precios crecen y, en general, lo hace el coste de la vida. Pero si para algo ha servido la horrenda experiencia del coronavirus y las guerras es para concienciar a la población. Un amplio estudio de mercado llevado a cabo antes de la crisis del Covid-19 por la consultora internacional The Natural Marketing Institute ya mostraba que el público opta, cada vez más, por elegir productos de marcas y fabricantes que demuestran un compromiso con el medioambiente, la salud pública y la paz. Según el estudio, el 58% de los encuestados decían preferir comprar productos de empresas que cuidan su impacto medioambiental.
Por su lado, otro estudio de Barclays en el Reino Unido (también anterior al coronavirus) ha demostrado que la decisión de invertir en procesos de producción limpios no es sólo una decisión moral para las empresas, sino una muy rentable también. Según el sondeo, un 75% de las empresas observadas en el estudio se beneficiaron comercialmente tras implementar medidas verdes; y todo ello considerando la inversión inicial necesaria para llevarlas a cabo. Repetimos: todos estos son resultados obtenidos meses antes de que el Covid-19 nos pusiera a las claras que nos estamos cargando nuestro planeta y nuestra propia salud.
Nuestro consejo: convierte a tu empresa en una empresa responsable con el medioambiente. Convence a tus socios y a tus proveedores de que también lo hagan. Y haz que se enteren todos de que así es. Tu público sabrá recompensártelo.
2024: más desarrollos legales que te benefician como empresa…
Una de las principales razones para apostar por la energía solar como empresa en 2024 es el hecho de que la Unión Europea ha situado en el centro de la política comunitaria el proceso de transición energética y la lucha contra el Cambio Climático. Siguiendo la estela del Pacto Verde Europeo inaugurado hace cuatro años, los gobiernos nacionales de los 27 (con el Reino Unido ya ni contamos…) se han embarcado en redactar un volumen de novedades normativas sin precedentes encaminadas todas a un objetivo común: descarbonizar Europa completamente de aquí a 30 años. Algo que también se ha refrendado con el compromiso conseguido en la última COP28 que incluye abandonar los combustibles fósiles en los sistemas energéticos para conseguir el objetivo de cero emisiones netas en 2050 y triplicar la capacidad mundial de energías renovables para 2030.
En España no hemos sido ajenos a esta creciente actividad normativa y desde hace unos años hemos visto hacerse realidad palpable desarrollos que hasta ahora existían más que nada sobre el papel. Esos desarrollos están ideados para fomentar que la ciudadanía y especialmente las empresas se pasen a las energías renovables; e incluyen mecanismos tan interesantes y variopintos como: el autoconsumo colectivo y el impulso actual de las comunidades energéticas; el sistema de compensación de excedentes (que vemos más abajo); las bonificaciones fiscales en impuestos como el IBI que aplican cada vez más municipios a inmuebles que instalan sistemas de placas solares; deducciones en el IRPF por instalar placas solares para la mejora de la eficiencia energética; un nuevo código técnico de la edificación; un renovado sistema de subastas para la ordenación de renovables que reserva el 10% para el autoconsumo; o la flexibilización de la tramitación de autoconsumo fotovoltaico, entre otros avances.
Pero además de los avances normativos, desde el 2021 no han dejado de convocarse ayudas para autoconsumo y almacenamiento solar. Estas incluyen programas específicos para que empresas tengan más fácil la transición a la energía verde. Si quieres saber más sobre las subvenciones que vayan convocando, puedes suscribirte a nuestro blog y consultar nuestro apartado de Subvenciones para energías renovables.
Nuestro consejo: aprovecha las oportunidades que están surgiendo.
En 2024 hará falta ahorrar… y autoconsumiendo lo harás por partida doble
La evolución de los precios de la electricidad industrial en Europa, en continuo ascenso durante la última década, ya justificaba con creces la inversión en autoconsumo fotovoltaico. Pero después de la crisis continuada que ha generado la pandemia del COVID-19 y las diferentes guerras, la justificación se torna en auténtica necesidad. No nos referimos solo a nivel sanitario y de contribuir a que acaben las guerras, también a nivel de ralentización de la economía, escasez de materia prima, encarecimiento del transporte y los constantes records históricos en el precio de la luz, el gas o el carbón que hemos vivido, entre otras cuestiones.
Concretamente, los precios de la electricidad (no residencial) en Europa han aumentado más de un 20% en la última década. Y, según la OCU, solo en el 2022 el recibo medio se encareció un 41%, a pesar de lo que diga el Gobierno.
Aumenta tus ahorros compensando los excedentes
La buena noticia es que, si antes de la pandemia y las guerras el autoconsumo te garantizaba un ahorro interesante, ahora lo hace incluso por partida doble. Por un lado, porque a pesar de tener un descanso en los precios al alza de la electricidad, la inestabilidad energética sigue presente. Si el precio de la luz está más alto, la energía que dejas de consumir supone un mayor ahorro que cuando está más bajo. Por otro lado, con el sistema de compensación de excedentes de autoconsumo fotovoltaico inaugurado en 2020, si tienes una tarifa del mercado regulado (PVPC), conseguirás un mayor ahorro dado que el precio de compensación se establece en relación al precio de la luz; y si este último sube, el de compensación también lo hará.
Como ya te hemos hablado bastante sobre este tema, no nos vamos a extender mucho en ello. Baste decir que el sistema de compensación por excedentes dota al autoconsumo de una segunda manera de ahorrar costes. Al ahorro que supone producir con paneles solares una parte de la energía que consumes se une el beneficio que puedes obtener si decides verter a la red eléctrica el sobrante de energía que no consumes.
Hemos recuperado esta gráfica de una instalación de autoconsumo fotovoltaico para que lo veas gráficamente. Tu comercializadora te compensará por tu sobrante de energía (en verde, en la gráfica) que no uses y que viertas a la red. Y ¿cómo te compensará? En forma de reducción de tu factura de la luz. De este modo, cuentas con un doble descuento: el de producir parte de tu energía y el de “vender” la que te sobra. El resultado es un proceso de amortización de tu instalación mucho menor.
Si quieres aprender más sobre la modalidad de autoconsumo fotovoltaico con compensación de excedentes, no te pierdas nuestro vídeo sobre el tema:
Otras formas de compensar los excedentes: la batería virtual
Si tu instalación es de hasta 100kW, también puedes optar por fórmulas que te permitirán sacar un mayor rendimiento a tus excedentes. Hablamos en concreto de la batería virtual, con la que podrás guardar los excedentes (en euros) para utilizarlos en futuras facturas o en otros suministros que tengas bajo el mismo titular. Una fórmula sin duda que merece la pena. Por ello, nosotros ofertamos la batería virtual de Cambio Energético.
Y si estás pensando en invertir en autoconsumo fotovoltaico para tu empresa o tu hogar, contacta con Cambio Energético. Te asesoraremos en todo lo que necesites sobre los nuevos desarrollos tecnológicos y legales y te enviaremos un presupuesto sin compromiso. En Cambio Energético somos servicio técnico oficial de algunos de los mejores fabricantes internacionales de equipos fotovoltaicos como Victron, Kostal, Fronius, SolarEdge o Huawei; y contamos con delegaciones y servicios técnicos en todo el territorio nacional.
El éxito de tu proyecto es nuestro éxito. Confía en Cambio Energético.
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Comentarios
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El pensamiento obvio de entrada es que es un mal año para invertir en general, y especialmente en algo como la energía solar, pero como decís resulta que en realidad es un buen año para ello, sobretodo teniendo en cuenta que 2020 es un año con múltiples desarrollos legales que favorecen a la energía solar.